Consuelo Barragán Flores

Alerta de mi lengua. Si algo tengo claro es la inconciencia de mis palabras. Palabras que salen abruptamente de mi boca desafortunado acto que solo lesiona. Vivo alerta de los sonidos que emite  mi lengua, la meta es procesar frecuencias limpias, vibrantes e iluminantes. Expando el silencio mental profundamente, entonces y solo entonces, me torno observadora. Observadora que aquieta su lengua. Es lo más saludable que he hallado para redimirme ante la vida. Alerta de mi mente. Bastan microsegundos para que mi mente divague, enferme o se extravié. Microsegundos que llegan a gestar incoherencias, retorna al pasado o sueña con el futuro. Perpetra cerebros e irrumpe la mente de otros resultado de lo nefasto que llega a ser la inconciencia. Orar es el medio del que me valgo para hacer limpieza a tanta barbaridad que cometo. Orar es la práctica que silencia mi mente. Oro sin palabras, pensamientos u otro medio que implique activar la mente simplemente; vacío la mente . Experimento el vac...

  Siempre me ha fascinado mercadear ahí es donde escuche: aváncele, aváncele... palabra que me inspiro para dar luz a mis letras al encontrarme en la central de abastos. Me inspira la rudeza actitudinal para avanzar cuando de hacer compras se trata. Bendita reflexión que uno llegar hacer respecto a la realidad terrenal. Uno llega a ser luz celestial y a la vez rudeza terrenal, ambas moviéndose bajo distintas frecuencias, ambas de la misma naturaleza y aunque rudeza se lea agreste, denso o negativo es una realidad de la que me valgo para moverme ágilmente, ruda porque avispo mis sentidos para no perder el control de mi respirar, tosca porque la mercancía que voy comprando va entrando a mis canastas sin orden alguno, celestial porque al avanzar un “Gracias Padre” evoco de corazón. ¡Ah! vaya que me encanta percatarme de tan loables adquisiciones que me van llevando a lograr objetivos reales, tangibles y hasta celestiales. Celestiales porque justo ahí, donde se mercadea, se viven frec...

Hablo de la luz que me habita como la gran experta, sin embargo, recién descubrí que soy una párvula en materia de poseer experiencia respecto a la luz celestial. Es real que me habita, como es real que tintinea tímidamente dentro de mi, lo constate al realizar los estudios para cambiar mis lentes, un pendiente terrenal abrió mis ojos de par en par. Cada cambio de cristal que colocaban en mis ojos para realizar los lentes, una poderosa sensación de luz me invadía —sí, suena a tontería— pero esa tontería me llevo a experimentar la raíz de la sutileza, la suavidad de mis sentidos, rayos de luz empapándome de alegría y la gracia de dejar evidencia de un aprendizaje más de vida. Una visita medica embargo mi día de alegría y dicha lo dice la foto que capture al salir de aquellos estudios. No fue cuestión de adquirir nuevos lentes, fue la captura de nuevas sensaciones apoderándose de mi hasta el grado de dejarme embelesada de la vida.

La palabra Trabajar la sustituiré por Crear, me suena más sutil, mas dócil e impactante, respecto a resultados. Ahora que trabajo con DaVinci Resolve caí en la cuenta de que amo todo aquello que implique crear a nivel cognitivo, emocional, mental o corporal así que porque no quitarle la pesadez a tan negligente palabra que aprendí desde niña “trabajar” y valerme de tan inspiradora palabra “Crear”. Ahora comprendo el porqué de la negligencia, flojera o evasión para ejecutar trabajos que no me agradan, trabajos que son de caracter cotidiano. Debí desprenderme de la inconsciencia para tomar conciencia de que todo es cuestión de frecuencias , si alguien me dijera que se trata de poner 😉solo sería un paliativo enmascarando mi realidad. Afortunadamente poseo la inteligencia para aplicar cuanta técnica requiera para mantenerme al día respecto a reprogramaciones mentales. He concluido un video mas para Crece Bebe y me pudo encantar la precisión, el dominio, la energía y creatividad que se re...

Mi cerebro se encuentra tan en Paz que en este instante se encuentra creando, imaginando, diseñando en altas frecuencias a ello le llamo Divinidad mas Inspiración configurada en realidad. 

Recientemente mi marido coloco en mis oidos dos magicas palabras; Pasarsela Bien. " La vida se trata de pasarla bien"  palabras que generaron un tremendo impacto en mi porque quien me lo estaba diciendo es un alma bendecida, palabras que me retornaron al pasado cuando me iniciaba a trabajar con mi hijo situación que resulto ser una hazaña porque experimentamos de todo, no cabia la instrucción; —Pasarsela Bien—  Pasarsela bien entre madre e hijo a nivel laboral exigio desprenderme del ego y altisima conciencia.  Ivan y Consuelo hoy en dia se la pasan bien cuando de trabajar se trata. Hoy podemos sincerarnos sin tapujo alguno, expresar lo que no nos agrada de nuestras personalidades, aclaramos nuestras acciones al grado de llegar a comulgar con objetivos, metas y deseos. Hoy en dia realmente me la ¡Paso bien con mi hijo!

Sensación iluminadora, sanadora y hasta equilibrante que me ha acontecido, transformado y evolucionado;  despertar . ¡Despertar a la vida! observarme en el centro de mi fuente, sentir los oleajes de energía, frecuencias y vibraciones purificándome. Capacidad para mantenerme en el centro de la Luz efecto sagrado que he logrado. Ha sido la voluntad inquebrantable quien me llevo abrir las ventanas de la luz hasta el grado de elevarme espiritualmente para sentir la Divinidad , preciada adquisición que aquilato desde el centro del corazón. Despertar a la vida no tiene precio, no reside en el vivir por vivir o ir ciegamente por la vida a voluntad de otros, radica en la fuerza de propiciar un cambio interno. Mi despertar apunta a un nuevo horizonte, a una nueva forma de respirar la vida, es como si mis ojos se abrieran nuevamente para mirar con perspicacia, transparencia y neutralidad, es como observar la totalidad del espectro desde otro contexto. Despertar a la vida es efecto de experi...

Se llama Toronjil y su aroma es tan sutil que conmueve todo mi Ser. Ayer estuve en contacto con la madre tierra, mis manos quedaron impregnadas de ella y dieron fe de lo que concibo como virtuosidad.  

Heme aqui...religiosamente santiguando mi vida. Santiguarme no es una situación de rezar, hincarme o ir a la iglesia, es una cuestión de purificar mi increible mente a quien comprendo, entiendo y valoro absorbiendo poderosas bocanadas de aire eterno cual aliento que me restaura instantáneamente de todo tipo de desajustes sean corporales o emocionales. Resulta fabuloso cobijarme entre el cumulo de capacidades, virtudes y luz que poseo gracias a lo cual corazón y cerebro continuan su labor creativa segundo a segundo, entre tanto el aliento entra y sale ritmicamente fortaleciéndome, renovándome y hasta alegrándome la vida. Honrro este sagrado instante capturando la esencia de esta mujer.