Legado

Danos el pan nuestro de cada día” aunque algunas teologías se rieron de esta oración por su simpleza Jesús dijo: Así como el cuerpo necesita del aire, el alimento, el agua para existir, así también el alma recibe nutrientes de Dios. Este es el pan de cada día —la nutrición diaria. Cada día recibes una cierta cantidad de energía espiritual. Ahora bien, con esa energía puedes destruir o crear. Si la usas para la destrucción, estarás mal utilizándola; será violencia violación, profanación. Si la usas de manera creativa, será tu camino hacia Dios. Crecerá dentro de ti para llevarte a cimas más elevadas, a las altitudes. Te dará la plenitud.
La energía divina que se derrama sobre ti es lo que él llama «pan de cada día». Si esta energía no es utilizada adecuadamente, sino que es despilfarrada en actividades inútiles y destructivas, entonces, Dios sigue dando y tú sigues desperdiciando, sin saber lo que tiras.

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