Atrevida

Si, soy atrevida... y el hermoso comentario que coloque como imagen me inspiro para plasmar tan exquisitos avances que voy saboreando en tan dulce crecimiento personal y profesional.  Atrevida… soy tremendamente atrevida y me encanta serlo. Por allá del 2011 me inicie en una aventura cuando la intrepidez, la desesperación y la energía me invadían, me empujaban violentamente a hacer algo nuevo, algo totalmente equidistante a mi formación. Por cierto que ahora que escribo esa frase -totalmente equidistante a mi formación-  me recuerda la misma frase que escribí en mi primer libro, que maravilla traer al presente aquel pasado que me fortaleció hasta los huesos. Pero retornando a mis alocados atrevimientos, el comentario que adjunte contrario a molestarme, lo mire como un regalo maravilloso delatando mi evolución en esta divina faceta, y no me cansare de repetir divina faceta, aunque se escuche empalagoso, aburrido o tonto. Cuando uno está viviendo realmente una transformación, uno no solo es capaz de transformarse en letras, uno es capaz de perderse entre ellas danzando de dicha. Al leer el comentario me transporto al 2011 recordándome cuando recién me iniciaba a realizar vídeos, recordé como me inicie a posar para una cámara rígida, nerviosa y asustada. Como armamos un intento de lámpara para que me iluminara mi hijo usando  la única cámara de vídeo que tenía al alcance o como colocaba libros, botes y hasta ollas para semejar un tripie. Recordé mis intentos grotescos para pintarme o disfrazarme todo por querer lucir como las estrellas de la tele, ahora que me releo la risa me invade, que tonta. Infinidad de intentos  para trabajar en la nube, tal vez para otros era una ridiculez o torpezas, para mí eran una apasionada entrega y las ejecutaba una y otra vez pues sabía que podría lograrlo a eso llamo atrevimiento. Soy una atrevida y doy gracias a Dios ser intrépida. La intrepidez me genera un delicioso sabor a satisfacción inundando  mente y corazón, a tres años de aquella locura todo cambio, por fin logre trabajar en la nube. Con aquel comentario me disculpe por atropellar tan bella mirada y yo me felicite porque gracias a esa chica  hoy sé que poseo el recurso necesario, el conocimiento y la habilidad para treparme a la nube a trabajar día a día sin importar si es sábado o domingo, o son días para descansar, solo trabajo porque amo lo que hago pero ante todo porque es la virtud que traspasa todo mi Ser. Hoy no solo contacto con una mirada, me asusta mirar cómo se multiplican tan hermosos seres que me van siguiendo, es el termómetro que me indica que estoy trabajando bien. Trabajo que aún le falta perfeccionar e innovar y estoy lista para expandirme en esta tierra. Soy consuelo y amo trabajar en la nube. 

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